Hace algunos años comenzó esta odisea como un sueño. Fueron horas de desvelo,sacrificio pero valió la pena. Dicen que los sueños, sueños son pero en esta ocasión se cumplió. Se hizo realidad el ayudar a muchas mujeres a sentirse bien consigo mismas, a subir su autoestima, a notarse bellas... Hoy el sueño finaliza, no era el plan terrenal de que acabara así, pero si el plan de Dios. Tal vez necesitaba de otro ángel y por ello se llevó a su gloria a quien detonó con tanta energía esta vorágine de éxitos que parecía interminable.
Termina el proyecto de la clínica pero no su obra, porque mientras viva en nuestros corazones siempre vivirá eternamente. Gracias a todos sus pacientes y amigos por sus oraciones. Gracias a todos por confiar en Pedro Martínez: el amigo, el compañero, el médico, el profesionista. Gracias Pedro por dar tanto amor y generosidad.
Te extrañaremos. |